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“Te voy a meter ese material por el culo”: ¡SOS, agresor puesto en libertad por sistema judicial de Oaxaca!

El 4 de noviembre casi a las 14:00 en la calle 20 de noviembre a unas cuantas cuadras del Zócalo de la ciudad de Oaxaca fui atacada verbal y casi físicamente por un hombre estadounidense. Desconozco el nombre del agresor ya que los elementos de la policía estatal que lo detuvieron no respetaron mi derecho a saberlo y lo ocultaron.

El tipo comenzó a seguirme y a caminar pegado a mí, yo escuchaba que hablaba pero nunca entendí que estuviera hablándome a mí, pero su cuerpo iba tan pegado al mío que me hice a un lado y bajé de la banqueta para que él siguiera por la banqueta y se alejara. En vez de que el tipo siguiera su camino, empezó a caminar a lado mío, a mi ritmo. Entonces me preguntó algo sobre mi equipo fotográfico, primero creí que quizá quería robármelo, así que lo sujeté bien, le dije que era un equipo barato y que no valía mucho.

El sujeto, que es estadounidense, habla perfecto español con un acento quizá colombiano o puertorriqueño, así que siguió hablando y escuche una serie de palabras violentas, pero me pareció que no había entendido, me parecía una locura que a plena luz del día un chico se acercara y me dijera algo que incluyera las palabras “meter por el culo”, creí que no lo había entendido y que por su acento extranjero quizá estaba malinterpretando. Paré en seco y lo volteé a ver, esperando que lo repitiera para saber qué quería, no intentaba entablar una conversación con él, sólo quería que siguiera su camino y que su cuerpo no fuera pegado al mío haciéndome sentir hostigada, acosada.

El tipo entonces exploto “¡te voy a meter ese material por el culo, esa cámara te la voy a meter por el culo, puta lesbiana de mierda!” y así siguió vociferando. En cuestión de segundos el tipo sujeto una cadena –grande y pesada, como para cerrar una reja- que traía colgando en el cuello, cuando vi que su mano se dirigía hacia mí, me aleje lo más pronto que pude y empecé a pedir auxilio. La gente sólo volteaba a ver, pero no hacían nada, yo había visto en la esquina anterior a dos oficiales, así que comencé a pedir que les llamaran. Intentaba seguir al tipo con la mirada para no perderlo, vestía unos guantes como de pesas o ciclismo, una camisa de manga larga negra y un chaleco naranja fosforescente, llevaba audífonos y la cadena que los policías le quitaron inmediatamente.

El tipo se alejaba lentamente, y yo intenté seguirlo para no perderle la pista, entonces empezó a caminar hacia mí de una forma agresiva, creí que me atacaría, así que me escudé en los oficiales, que para ese momento ya estaban mucho más cerca. Lo detuvieron y le quitaron la cadena, de pronto me imagine frente al MP o juez con las típicas preguntas, ¿qué le dijo?, ¿segura?, pero ¿por qué se sintió agredida? Por lo tanto, y como el tipo seguía vociferando, comencé a grabarlo.

No tenía suficiente batería, así que tuve que parar varias veces, el tipo decía cosas como que había que cagarse en las mujeres, que nosotras nos hacíamos que se cagaran en nosotras mismas, y que yo una pinche puta lesbiana, etc… La escena era grotesca y muy violenta, el tipo con todo y que lo tenían sujetado intentaba manotearme y se abalanzaba sobre mí. Les dije a los oficiales que quería proceder, considero por lo que dijo y por lo que hizo que es un sujeto capaz de atacar a cualquier mujer, lesbiana o no, pero estoy segura que si ve una pareja de chicas las atacará físicamente.

Los oficiales –estatales- llevaron al sujeto a la estación de San Bartolo Coyotepec, donde pasó con un médico legista. Varias veces escuché decir a los oficiales que creían que el tipo estaba drogado o alcoholizado, también una oficial mujer dijo que el sujeto les dio distintos nombres. Enfrente de mí –aún en la calle- el tipo había entregado un pasaporte estadounidense y gritado: “soy americano”. Ya en la estación de policía, las oficiales exigían que les diera mi dirección y otros personales que por cuestiones de seguridad yo les dije que se las proporcionaría a la autoridad que en verdad la necesitará pero no a todas y todos los oficiales que por separado me lo solicitaban.

Las oficiales empezaron a hostigarme y decirme que si me ponía así y no cooperaba entonces el proceso sería largo y más complicado, y que me estaba poniendo en la misma actitud del sujeto que me atacó. Una de ellas amenazó con no dejar entrar a mi abogado, porque no le quería dar mi dirección: no cedí. Dos horas después me había revisado el médico legista, física y anímicamente no estaba bien y no había comido. Así que en repetidas ocasiones mi abogado y yo pedimos saber a qué hora sería trasladado el sujeto a la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos contra la Mujer por razón de género (FEADM)… nunca tuvimos respuesta, pedimos un número para comunicarnos y averiguar los tiempos y no nos lo dieron, incluso ofrecimos dar nuestro teléfono para que nos avisaran y acudir a presentar la denuncia, pero tampoco quisieron hacerlo.

Me retiré y acudí más tarde a la Fiscalía… me informaron que habían llevado al sujeto, pero que cómo habían pasado varias horas de su arresto, entonces no lo aceptaron y que posiblemente los oficiales lo hubieran procesado para detenerlo por alguna falta administrativa, pero que no sabían. Al principio no me querían tomar la denuncia, luego lo hicieron a regañadientes. Pedí saber a qué hora lo liberarían, por mi seguridad y me dijeron que no sabían, pedí su nombre, tampoco me lo dieron.

Pregunté si tendría algún tipo de seguridad y me dijeron que no, también dijeron que la FEADM no lo haría traer para procesarlo porque no es lo que ellxs hacen aunque el sujeto ya estuviera detenido. No me quisieron dar copias de mi declaración, sino que me hicieron volver al día siguiente por ella. Es posible que el sujeto ya esté libre, he hablado con el MP José Jaime García Velasco quién en su escritorio tiene mi caso, y ha dicho que lo mandará investigar con los policías. Le he recalcado que el sujeto es un extranjero, que se les irá de las manos… la respuesta no dista mucho de todo lo demás: nada.

Di mi nombre a las “autoridades”, seguí el camino legal y no parece conducir a ningún lado, más bien parece que desde varios frentes minaron la posibilidad de que este sujeto enfrentara consecuencias por lo que hizo, dichas consecuencias quizá pudieran prever futuros ataques de esta misma persona… pero parece que esa no es razón suficiente para actuar y no ser omisos. Me pregunto, ¿si el sujeto hubiera atacado a una pareja de jóvenes extranjeras las instancias de “justicia” hubieran actuado con la misma mediocridad que lo han hecho ante mi caso? Si bien hay más cosas que señalar, considero que esto resume suficiente lo que he vivido por intentar que un sujeto no siga agrediéndonos. Un abrazo solidario a lxs compxs de la diversidad sexual, lamento profundamente la homofobia de algunxs personas, espero que este sujeto no dañe a ningunx de ustedes.

*Si alguien posee mayor información sobre este delincuente, favor de hacerla llegar a laquearderevista@gmail.com

gracias

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